Duración: 1 mes.
Dirigir la atención
Capacidad para enfocar tus recursos cognitivos en un estímulo o tarea específica, ignorando distracciones. Es clave para la eficiencia en cualquier actividad.
Planteamiento de metas
Establecer objetivos claros y alcanzables que guíen tus acciones y te mantengan enfocado a largo plazo.
Planificación y gestión del tiempo
Planificación: Diseñar estrategias y pasos para alcanzar una meta.
Administración del tiempo: Priorizar tareas y distribuir el tiempo de manera eficiente para cumplir con objetivos dentro de los plazos.
Organización
Clasificar y estructurar recursos, ideas y tareas de forma lógica para facilitar su ejecución.
Constancia en la acción
Mantener el esfuerzo continuo y regular en tus tareas, superando obstáculos o desmotivaciones.
Metacognición, metaemoción y metapraxis
Metacognición: Reflexionar sobre tus propios procesos de pensamiento, identificar errores y ajustar estrategias.
Metaemoción: Comprender y gestionar tus emociones relacionadas con las tareas y tus objetivos.
Metapraxis: Evaluar y perfeccionar las acciones que realizas para hacerlas más efectivas.
Flexibilidad cognitiva (cambiar de estrategia)
Adaptarte a nuevas situaciones o modificar tu enfoque si detectas que el actual no está funcionando.
Gestión de información en la memoria de trabajo
Manipular y utilizar información temporalmente almacenada para resolver problemas o tomar decisiones.
Autosupervisión
Monitorear y evaluar continuamente tu desempeño para asegurar que sigues en el camino correcto.
Ampliación del ámbito vital
Explorar nuevas experiencias, conocimientos y habilidades que te permitan crecer personal y profesionalmente.
Control de tu actuar y darte órdenes
Control de tu actuar: Ser consciente de tus acciones y asegurarte de que estén alineadas con tus objetivos.
Darte órdenes: Guiarte internamente a través de comandos claros para mantener el enfoque y la disciplina.
Control emocional, cognitivo, motor e impulsos
Control emocional: Regular tus emociones para mantener la calma y la efectividad.
Control cognitivo: Gestionar pensamientos automáticos y centrarte en los más útiles.
Control motor: Coordinar tus movimientos para ser preciso y eficiente.
Control de tus impulsos: Resistir reacciones impulsivas que puedan desviarte de tus metas.
Dirección de tu inteligencia generadora
Utilizar tu capacidad creativa y resolutiva para generar ideas innovadoras y encontrar soluciones a problemas.
Anticipación del futuro y hacer proyectos
Anticipación del futuro: Prever posibles escenarios y consecuencias para prepararte mejor.
Hacer proyectos: Diseñar planes concretos con metas a largo plazo.
Autorregulación y automotivación
Autorregulación: Gestionar de manera integral tus emociones, pensamientos y comportamientos.
Automotivación: Mantener el entusiasmo y la energía para seguir avanzando, incluso frente a dificultades.
Inventar el lenguaje
Crear formas de expresión propias que te permitan comunicar ideas complejas de manera más clara y precisa.